¿CÓMO ES LA VIDA DESPUÉS DE UNA ADICCIÓN?
Cuando una persona se recupera de una adicción, posiblemente aún tendrá que enfrentarse a más retos. Reconectar con amigos o familia puede ser difícil, como también podrá encontrarse con problemas de culpabilidad y vergüenza, así entonces es importante aprender cómo reconstruir la vida después de una adicción.
PERDONARSE A SÍ MISMO
En primer lugar, una persona debe perdonarse a sí misma. La vergüenza y culpabilidad que siguen a alguien después de recuperarse pueden fácilmente convertirse en un laberinto de disgusto a uno mismo, miedo, fracaso y baja autoestima.
Es importante recordar que si alguien ha sufrido una adicción, ha sufrido una enfermedad difícil y compleja que reajusta la mente, creando una dependencia que no puede ser rota fácilmente. No sólo se tiene una dependencia física a las sustancias, sino también una conexión mental y emocional. De este modo, romper con tales dependencias no es una tarea simple y el mero hecho de haberse recuperado de tales demuestra gran determinación. Asimismo, una persona debe estar orgullosa de tal logro y debe saber perdonar a su pasado.
Igualmente, si al intentar reconectar con amigos o familia se da cuenta que algunos de ellos no están preparados para hacer ese paso, es primordial no culparse a sí mismo y castigarse por problemas que sucedieron en el pasado, ya que no beneficiará ni a la misma persona ni a su entorno. Perdonarse a sí mismo no significa olvidar o ignorar errores, se trata de reconocerlos y escoger seguir adelante; perdonarse a uno mismo es necesario antes de esperar a que el entorno lo haga.
PACIENCIA CON UNO MISMO Y OTROS
En segundo lugar, una persona debe tener paciencia consigo misma y con otros. Cuando se intenta recuperar confianza después de haber superado una adicción, se debe ser paciente ya que puede parecer una tarea más complicada que la recuperación en sí.
El proceso de recuperación no se acaba una vez superada la adicción, sino que continúa en una nueva etapa. A veces una persona puede tener recaídas emocionales, sintiendo emociones que llega a comprender, las cuales provocan frustración con una misma. Aún así, es importante tener paciencia para seguir trabajando en la nueva etapa.
La misma paciencia se debe tener con el entorno social de una persona, los cuales también se vieron impactados por la adicción. Aunque algunos no se vean preparados para ser una parte importante de la vida de una persona una vez recuperada, no se debe permitir que eso desacredite todos los logros de la persona. Paciencia y comprensión harán que, en su debido tiempo, personas del entorno social se puedan ver preparadas para conectar otra vez.
RESTABLECER RELACIONES
A la hora de volver a establecer una relación con personas del entorno social, hay algunos factores críticos que podrán condicionar dichas relaciones. Son importantes no sólo el perdón y la paciencia, sino también la honestidad. Una persona debe ser honesta sobre sus retos, logros y altibajos durante su proceso de recuperación, asegurándose que su entorno social es consciente de que dice la verdad. De este modo, si una persona se compromete a ir a terapia familiar, reuniones de apoyo o cenar una vez a la semana, debe mantener su palabra ya que su entorno estará observante durante esta etapa de la recuperación. Si una persona mantiene sus promesas sobre mejoramiento personal o pasar más tiempo con personas cercanas, la confianza puede volver a restablecerse.
CUIDADO PROPIO
En tercer y último lugar, una persona debe cuidarse a sí misma después y durante la recuperación de una adicción. Ser responsable es una parte importante del proceso, pero puede ser más difícil al terminar el tratamiento, especialmente si el entorno social de una persona no le ofrece el apoyo que necesita. No obstante, la responsabilidad debe mantenerse, quizás con la ayuda de un compañero de responsabilidad o reuniones de apoyo regulares. También es importante establecer límites con uno mismo y con otros. Si alguien no desea volver a establecer una relación después de la recuperación, una persona debe saber no sobrecargarse y no forzar la situación para que vuelva a la ‘normalidad’ previa a la recuperación. Asimismo, establecer límites ayudará a prevenir que una persona se sobrecargue y se pueda sentir desanimada para seguir adelante cuando situaciones similares ocurran.