El proceso terapéutico para trastornos de conducta
Al iniciar el proceso terapéutico para abordar trastornos de conducta, nos enfrentamos a la complejidad de cambiar patrones de conducta que han tejido su red durante largo tiempo. Por ello, este viaje no es un camino de rosas ni vamos a encontrar una solución rápida; es una travesía ardua y profunda que necesita un tratamiento terapéutico adecuado y a medida para cada joven, dirigido por un equipo profesional que además de tratar valores tan importantes como tiempo, dedicación y, sobre todo, paciencia.
También realice una intervención en todas las dimensiones del joven: biológico, psiquiátrico, psicológico y social (modelo bioposicosocial).
Nuestro proyecto trabaja los 3 ámbitos conjuntamente; el psiquiátrico, la psicología, y la sociología, para conseguir la conexión necesaria entre el cuerpo y la mente (plano físico, psicológico y espiritual) que es lo que ayudará al verdadero crecimiento personal del joven y a la recuperación integral.
En este artículo, desglosaremos los aspectos clave de este proceso terapéutico y la importancia de cada paso.
La realidad del proceso
Cambiar conductas arraigadas implica enfrentarse a la raíz de estas conductas, a menudo vinculadas con experiencias traumáticas. No es simplemente un proceso de cambiar acciones, sino de explorar y comprender las emociones subyacentes. Es un viaje hacia el autoconocimiento, donde los jóvenes y sus familias se adentran en las capas más profundas de la psique y el comportamiento humano.
Este viaje puede volverse difícil, pero cada desafío que nos encontramos debemos tomarlo como una nueva oportunidad para aprender y crecer. No es un camino recto ni predecible, pero cada curva, cada subida y cada bajada son parte integral del proceso. Es un compromiso constante con la autoexploración y el cambio, una danza delicada entre la reflexión y la acción.
Sin varitas mágicas
En el terreno de la terapia, no hay atajos ni soluciones rápidas y quien os diga lo contrario está faltando a la verdad. La transformación requiere tiempo y esfuerzo continuo. Aquí, en nuestro centro, no realizamos tratamientos exprés o curas milagrosas. En lugar de ello, abogamos por un proceso terapéutico desde el enfoque holístico que abarque todas las dimensiones del individuo: mental, emocional, física y espiritual y eso requiere dedicarle trabajo y tiempo.
Es esencial entender que este proceso no tiene una duración fija. Cada persona es única, y su viaje de recuperación seguirá su propio ritmo. La paciencia se convierte en una virtud esencial tanto para los jóvenes como para sus familias. La paciencia no significa esperar pasivamente; significa continuar esforzándose y perseverando incluso cuando los resultados no son inmediatos.
Acompañamiento en todo momento
En nuestro centro, entendemos que cada paso del proceso terapéutico es necesario. No solo estamos comprometidos en proporcionar la terapia y herramientas personalizada para que sea lo más efectiva posible, sino también a brindar un apoyo continuo en cada momento delicado. El equipo profesional está aquí no solo como guía, sino como compañero de viaje, listo para abordar los desafíos y celebrar los éxitos.
La conexión y el apoyo emocional son fundamentales durante el proceso. Por ello creamos un espacio seguro y compasivo donde los jóvenes se sienten vistos y escuchados. A través de terapias individuales y grupales, fomentamos la expresión emocional y la construcción de relaciones saludables, factores cruciales para el proceso de recuperación.
Reencuentro con la vida
Si bien es cierto que empezar un proceso de sanación será un camino largo y desafiante, la paciencia y la fortaleza tendrán sus recompensas. Cada pequeño paso hacia el cambio es una victoria. Al final, el reencuentro con la vida real, auténtica y plena es el premio.
Estamos aquí para caminar juntos en este viaje.
Cada experiencia, cada lección aprendida, también contribuye ayudar a los que vienen detrás a través de la experiencia. Abrazar la complejidad de este proceso también nos ayuda a convertirnos en una persona diferente con una más plena y significativa.