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LA IMPORTANCIA DE LA RUTINA EN EL PROCESO DE RECUPERACIÓN DE UNA ADICCIÓN
Una rutina diaria que incorpora estructura y nuevos hábitos es un componente esencial para la recuperación de una adicción. Sin unos hábitos saludables a los que poder adherirse, recaer en un modo de descontrol puede ser más fácil.
De esta misma manera, la adquisición de una nueva rutina más saludable puede empoderar a la persona en proceso de recuperación y así devolverle el control sobre sí misma como también mejorando tanto su salud mental como su salud física.
El proceso de recuperación, entonces, se ve reforzado y priorizado.
¿CÓMO DEBERÍA SER LA RUTINA?
Las rutinas son adaptables y personalizables a cada persona, por lo tanto es importante consultar con un profesional para determinar cuál será más beneficiosa para cada individuo. Asimismo, una misma rutina dudablemente será útil para dos o más personas, ya que no se trata de una lista de normas universales imperativas.
No obstante, algunos componentes deberán estar presentes en cualquier rutina saludable, aunque se puedan presentar de diferentes formas.
- En primer lugar. Un horario de sueño con hora de acostarse y levantarse puede ayudar al cuerpo a entrar en sintonía con su reloj interno. También dormir bien permite al cuerpo restaurarse física y mentalmente.
- En segundo lugar. una rutina de ejercicio físico ayuda a mantener la salud física y general. Sin embargo, no es necesario pasar todo el día en el gimnasio, incorporar ejercicio en la rutina diaria es suficiente.
- En tercer lugar. Actividades de higiene básica como ducharse o lavarse los dientes también deberían estar presentes en la rutina.
- En cuarto lugar. Una nutrición apropiada en horarios regulares puede ser de gran ayuda a la hora de restaurar la salud, cuidando el cuerpo desde el interior.
- En quinto lugar. Atender grupos o reuniones de apoyo para el proceso de recuperación—como también terapia—es una parte importante de la recuperación ya que proporcionan soporte activo para la persona, acompañándola durante todo el proceso.
- En sexto lugar. Las tareas domésticas como sacar la basura o barrer pueden convertirse en algo abrumador si no se incorporan en las rutinas diarias y semanales.
- En séptimo lugar. El horario del trabajo o los estudios debe incorporarse en la rutina diaria, encontrando un equilibrio entre la vida profesional y la personal.
- En octavo lugar. Integrar aficiones o pasatiempos también es importante, ya que una rutina debería incorporar momentos de recreación.
- En noveno y último lugar. La vida social puede ser un componente vital en el proceso de recuperación, siempre y cuando se vea limitada a aquellas personas que sean comprensivas del tratamiento y no consuman sustancias.
LAS DIFICULTADES DE UNA RUTINA
Los beneficios de una rutina para conseguir llevar un ritmo de vida más saludable y conseguir dar con nuevos objetivos son aparentes, sin embargo, mantener una rutina puede traer sus dificultades.
Desarrollar nuevos hábitos ajenos a una persona es difícil y sentir comodidad en una rutina conlleva su tiempo. Por lo cual, desviarse un poco de vez y, por ejemplo, irse a dormir más tarde de la cuenta una noche o ver demasiada televisión un fin de semana es normal. En estos momentos, es importante centrarse en todos los logros alcanzados hasta ese momento para reconducir a la rutina.
CÓMO ESTABLECER UNA RUTINA EXITOSA
Para llegar a cumplir la rutina establecida, hay algunos componentes que pueden ayudar.
La nueva rutina debería ser alcanzable para la persona, estableciendo unos hábitos y objetivos realistas. Al mismo tiempo añadiendo flexibilidad a la rutina—planear cada segundo del día puede dejar un sentimiento de fracaso.
La sobriedad debería ser el principal objetivo de la recuperación. Por lo tanto, la rutina debería ayudar a alcanzar esa meta en vez de traer frustración y agobio. De esta manera, es importante visitar la rutina periódicamente y hacer los ajustes necesarios cuando sea conveniente para garantizar el bienestar de la persona.
Hablar con personas con experiencia en el proceso de recuperación también puede ser de gran ayuda. Averiguar qué les ayudó y cuál fue su experiencia al establecer una rutina—siempre teniendo en mente la diversidad entre personas y rutinas—.
Por último, es importante celebrar los pequeños logros y buscar progreso, en vez de tratar de alcanzar la perfección.
En conclusión…
El desarrollo de una rutina con hábitos saludables es primordial para el proceso de recuperación. No hay una rutina universal, sino que se trata de algo personalizable a cada persona. Por eso es importante encontrar lo que funciona mejor para cada uno.
Algunos componentes básicos al elaborar una rutina son el horario de sueño, ejercicio físico, higiene personal, nutrición apropiada, círculo de apoyo para el proceso de recuperación, tareas domésticas, trabajo o estudios, aficiones o pasatiempos y vida social.
Finalmente, una vez diseñada la rutina, su incorporación al principio será incómoda, por lo cual es importante que sus objetivos y hábitos sean alcanzables para el individuo, manteniendo la sobriedad como meta principal y celebrando los pequeños logros en busca de progreso en vez de perfección.