Hoy os queremos compartir la parte II del testimonio de una carta extraordinaria escrita por unos padres valientes que han transitado un camino lleno de desafíos en busca de la recuperación de su querido hijo.
Una carta que le entregaron el día que recibió el alta de nuestro centro.
Preservemos las identidades de esta carta REAL que narra la travesía de unos padres que, con coraje y amor inquebrantable, han acompañado a su hijo en el oscuro túnel de la adicción hasta que finalmente emergió la luz de la recuperación.
Más que una narrativa, es un testimonio conmovedor de amor, lucha, perseverancia, esperanza y, sobre todo, de la capacidad de superación que puede haber en lo más profundo del ser humano.
Os compartimos esta carta no sólo como un testimonio sino como un faro de inspiración para todos aquellos padres que, como ellos, enfrentan el dolor, la incertidumbre y el agotamiento en busca de la recuperación.
Agradecemos profundamente a esta valiente familia por permitirnos compartir su relato.
En cada palabra, vemos el reflejo de la verdadera resiliencia y la inquebrantable voluntad de sanar.
NOTA: Os compartimos la carta en el idioma original (catalán) ya continuación también se puede leer la traducción al castellano.
PARTE II –Carta de una padres a su hijo recuperado
Un proceso largo, difícil, lleno de curvas y altibajos. Cada jueves, esperando la llamada de Marina para saber cómo estabas, cada jueves con un ay en el corazón para saber si evolucionabas, cada jueves intentando ver una pequeña luz, cada jueves….
¡Qué extraño se nos hará a partir de ahora no tener la llamada de los jueves!
Desde el primer momento que ingresaste en Font Fregona, ya empezamos a ver un cambio positivo en ti. Tus dos primeras cartas nos hicieron llorar ya punto estuvimos de desfallecer y retroceder. Menos mal que no lo vam hacer.
Nos decías que aquello era horrible y nunca nos lo perdonarías: te habíamos engañado.
En la tercera carta, el tono era ya otro. Más relajado, de añoranza, y empezabas a contar todo lo que hacías y cómo te adaptabas. Las siguientes ya eran muy positivas e incluso empezabas a pedir un tímido perdón. Y sobre todo a valorar la familia y el cariño que te tenemos y darte cuenta de que habías tocado fondo. Empezabas a ser algo consciente de todo ya recuperar los valores perdidos.
Una vez te adaptaste a la vida en el centro y te conformaste con que allí estarías mucho tiempo, te relajaste. Sólo había que hacer las cosas bien hechas y no era tan difícil. Empezaron las primeras visitas.
Estabas triste de estar lejos de casa, pero tenías muy buena cara. Los buenos hábitos de dormir y de alimentación enseguida repercutieron de forma positiva en tu salud. Se te veía muy adaptado. Charlabas mucho y contabas lo que hacían: el huerto, los caballos, la escuela, la cocina….y nos decías que estabas bien. Criticabas a los compañeros que no hacían las cosas como debían hacerse. Tú sí que creías que lo hacías bien, porque querías demostrar que no estabas tan mal. Pero ver lo que hacían los demás y no hacer un análisis interior, era una forma de huir, de no querer afrontar, de autoengaño, de comodidad, de hacernos querer creer que ya estabas listo para salir.
Debías empezar el trabajo de introspección, mirar dentro de ti para poder hacer un verdadero cambio personal. Y esto costó mucho. Hubo que dejáramos de visitarte para que hicieras un cambio. Vas estar mucho tiempo creyendo que podrías compaginar a la familia, que la habías recuperado y no querías volver a perderla, con la vida en la calle. Te equivocabas: la vida en la calle es incompatible con la vida familiar.
Y esto debías entenderlo.
Hubo que dejar de venir a verte para que lo entendieras.
Tus cartas eran tristes, empezabas a hablar de ti mismo, a pensar, pensar y pensar. Y esto te fue haciendo tocar fondo y empezaste a desmontarte por completo. Sólo podías reconstruirte de nuevo si te desmontabas, y este primer paso te costó mucho. Incluso, cuando reanudamos visitas y cuando ya parecía que empezabas en tener claro que había que cambiar, optaste por acomodarte, hacer bien las cosas pero sin implicarte, sin posicionarte lo suficiente, soltar pasando el tiempo.
Aquello no era suficiente para cambiar.
Porque, y esto debes tenerlo claro, en la vida, la felicidad no nos llega dada mientras la esperamos, la felicidad hay que buscarla y la autosuperación y lucha personal, querer hacer las cosas bien hechas, la calma con uno mismo, es lo que te darán esta felicidad. Porque la vida no será un camino fácil, habrá dificultades, y de cómo las afrontes dependerá tu futuro. Y eso es lo que hacía falta que entendieras para seguir adelante.
El 5 de noviembre de 2022 ocurrió un hecho que nunca olvidaremos y que sabemos que tú tampoco olvidarás nunca. Ese hecho, traumático, supuso un cambio para todos. En la vida, hay que aferrarse a los aspectos positivos, y quiero creer que ese hecho fue lo que te hizo dar cuenta de que tenías que luchar por cambiar. Desde ese día, fuiste hacia delante. Fuiste capaz de superar un hecho muy duro de una forma admirable y debes estar orgulloso de ti mismo.
No lo olvides. Eres perfectamente capaz de luchar por seguir el camino adecuado.
Desde entonces, has ido avanzando, despacio pero siempre adelante. Las salidas de día, los fines de semana, el desinternamente, siempre han ido muy bien. Has demostrado que querías hacer bien las cosas y luchabas por conseguirlo. Poco a poco, hemos vuelto a ser una familia los cuatro, hemos podido disfrutar de los pequeños momentos de la vida juntos y tener nuevos proyectos de futuro y nuevas esperanzas. Sin embargo, el proceso ha sido largo y duro, para ti, por quienes conviven contigo en Font Fregona y por supuesto por nosotros, tu familia.
Quienes estamos fuera, también hacemos nuestro proceso, indispensable y necesario para poder entender cuál hace usted y poder acompañarle en su curación. Un proceso lleno de altibajos, de carreteras de curvas, de tristezas y alegrías, de miedos y esperanza, de subidas y bajadas, pero al menos un proceso de crecimiento personal muy profundo.
Hoy inicias una nueva fase del proceso.
Tienes por delante una vida larga y llena, con nuevos objetivos y con nuevas ilusiones. Estaremos a tu lado para acompañarte, te ayudaremos siempre que lo necesites, seremos tu faro en la oscuridad. Pero debes tener claro que la decisión de qué camino quieres seguir es tuya y sólo depende de ti salirla adelante. Piensa en cuál es el camino que te hace más feliz.
Y sobre todo,
no olvides nunca la frase de Martin Luther King que te ha acompañado todo el proceso:
Si usted no puede volar, corre; si no puedes correr, anda; si no puedes andar, gatea; pero hagas lo que hagas, debes seguir adelante. Martin Luther King Jr_
CASTELLANO
PARTE II –Carta de unos padres a su hijo recuperado
Un proceso largo, difícil, lleno de curvas y altibajos. Cada judías, esperando la llamada de Marina para saber cómo estabas, cada judías con un “ay” en el corazón para saber si evolucionabas, cada judías intentando ver una pequeña luz, cada judías….
¡Qué extraño se nos hará a partir de ahora no tener la llamada de los judíos!
Desde el primer momento que ingresase en Font Fregona, empezamos a ver un cambio positivo en ti. Tus dos primeras cartas nos hicieron llorar ya punto estuvimos de defallecer y retroceder. Menos mal que no lo hicimos.
Nos decías que aquello era horrible y no nos lo perdonarías nunca: te habíamos engañado.
En la tercera carta, el tono ya era otro. Más relajado, de añoranza, y empezabas a contar todo lo que hacías y cómo te adaptabas. Las siguientes ya eran muy positivas e incluso empezabas al pedir un tímido perdón. Y sobre todo a valorar la familia y el cariño que te tenemos y darte cuenta de que habías tocado hondo. Empezabas a ser algo consciente de todo y recuperar los valores perdidos.
Una vez te adaptaste a la vida en el centro y te conformaste con que allí estarías mucho tiempo, te relajaste. Sólo hacía falta hacer las cosas bien hechas y eso no era tan difícil. Empezaron las primeras visitas.
Estabas triste de estar lejos de casa, pero tenías muy buena cara. Los buenos hábitos de dormir y de alimentación enseguida repercutieron de forma positiva en tu salud. Se te veía muy adaptado. Charlabas mucho y explicabas lo que hacían: el huerto, los caballos, la escuela, la cocina….y nos decías que estabas bien. Criticabas a los compañeros que no hacían las cosas como debían hacerse. Tú sí creías que lo hacías bien, porque querías demostrar que no estabas tan mal. Pero ver lo que hacían los demás y no hacer una análisis interior, era una forma de huir, de no voler afrontar, de autoengaño, de comodidad, de hacernos querer creer que ya estabas listo para salir.
Debías empezar el trabajo de introspección, de mirar dentro de ti para poder realizar un verdadero cambio personal. Y esto costó mucho. Tuvimos que dejar de visitarte para que hicieras un cambio. Estuviste mucho tiempo creyendo que podrías compaginar a la familia, porque la habías recuperado y no querías volver a perderla, como la vida en el callejero. Te equivocabas: la vida en el callejero es incompatible con la vida familiar.
Y eso debías entenderlo.
Tuvimos que dejar de venir a verte para que lo entendieras.
Tus cartas eran tristes, empezabas a hablar de ti mismo, a pensar, pensar y pensar. Y esto te fue haciendo tocar hondo y empezaste a desmontarte por completo. Sólo podías reconstruirte de nuevo si te desmontabas, y ese primer paso te costó mucho. Cuando reanudamos las visitas y cuando ya parecía que empezabas al tener claro que había que cambiar, optase por acomodarte, hacer bien las cosas pero sin implicarte, sin posicionarte lo suficiente, soltar pasando el tiempo.
Aquello no era suficiente para cambiar.
Porque, y eso debes tenerlo claro, en la vida, la felicidad no nos lega dato mientras la esperamos, la felicidad es necesaria buscarla y la autosuperación y lucha personal, querer hacer las cosas bien hechas, la calma con uno mismo, es lo que te darán esa felicidad. Porque la vida no será un camino fácil, habrá dificultades, y de cómo las afrontas dependerá de tu futuro. Y eso es lo que hacía falta que entenderías para seguir adelante.
El 5 de noviembre de 2022 ocurrió un hecho que nunca olvidaremos y que sabemos que tú tampoco olvidarás nunca. Aquel hecho, traumático, supongo un cambio para todos. En la vida, hay que aferrarse a los aspectos positivos, y quiero creer que ese hecho fue lo que te hizo dar cuenta de que tenías que luchar por cambiar. Desde ese día, fuiste hacia delante. Fuiste capaz de superar un hecho muy duro de una forma admirable y debes estar orgulloso de ti mismo.
No lo olvides. Eres perfectamente capaz de luchar por seguir el camino adecuado.
Desde entonces, has ido avanzando, despacio pero siempre adelante. Las salidas de día, los fines de semana y el desinternamiento han estado siempre muy bien. Has demostrado que querías hacer bien las cosas y luchabas por conseguirlo. Poco a poco, hemos vuelto a ser una familia los cuatro, hemos podido volver a disfrutar de los pequeños momentos de vida juntos y tener nuevos proyectos de futuro y nuevas esperanzas. Sin embargo, el proceso ha sido largo y duro, para ti, para quienes conviven contigo en Font Fregona y por supuesto por nosotros, tu familia.
Quienes estamos fuera, también hacemos nuestro proceso, indispensable y necesario para poder entender qué hace ustedes y poder acompañarnos en su curación. Un proceso lleno de altibajos, de carreteras de curvas, de tristezas y alegrías, de miedos y esperanza, de subidas y bajadas, pero si sin embargo, un proceso de crecimiento personal muy profundo.
Hoy, inicias una nueva fase del proceso.
Tienes ante una vida larga y plena, con nuevos objetivos y con nuevas ilusiones. Estaremos a ti lado para acompañarte, te ayudaremos siempre que lo necesites, seremos tú har en la oscuridad. Pero debes tener claro que la decisión de qué camino quieres seguir es tuya y sólo depende de ti sacarla adelante. Piensa en cuál es el camino que te hace más feliz. Y sobre todo, no olvides nunca la frase de Martin Luther King que te ha acompañado todo el proceso:
Si usted no puede volar, corre; si no puedes correr, anda; si no puedes caminar, gatea; pero hagas lo que hagas, debes seguir adelante. Martin Luther King Jr_