Las adicciones son un tema marcado por un gran estigma social.
A menudo, se piensa que los jóvenes con adicciones son simplemente “débiles” o “rebeldes”, pero esta visión no hace más que agravar la situación. Las adicciones no son una elección, sino trastornos complejos con raíces emocionales, genéticas y sociales.
Desestigmatizarlas es esencial para garantizar una recuperación real y efectiva.
El primer paso hacia la recuperación es reconocer la adicción como un trastorno de salud y entender que no se trata de una cuestión de voluntad o falta de fuerza, sino de una enfermedad compleja que afecta tanto al cuerpo como a la mente.
La adicción, ya sea a sustancias o a comportamientos, no es una elección ni una debilidad, sino un trastorno que requiere tratamiento especializado. En muchos casos, los jóvenes que luchan contra las adicciones llegan a este punto como resultado de factores profundos como traumas no resueltos, problemas emocionales o una educación emocional deficiente.
El trabajo terapéutico junto con la ayuda psicológica y emocional para identificar las causas profundas de la adicción es esencial.
En muchos casos, los jóvenes tienen dificultades para expresarse emocionalmente, por lo que el trabajo terapéutico les ayuda a entender y canalizar sus sentimientos de manera saludable.
Escrito por: Fina Moreno Gallego, fundadora de Font Fregona